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EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE
La evaluación educativa aún está por mostrar sus mayores beneficios, luego de muchas décadas de existencia. Por mucho tiempo su uso ha priorizado los aspectos sumativos, esto es, el uso del resultado exclusivamente para definir una calificación o acreditación. De ahí ha derivado una preocupación que se centró en la precisión de las herramientas de medición. Afortunadamente, en los últimos años esta visión se ha ampliado para apuntar hacia una mucho mayor riqueza en los procesos de evaluación:
- Establecer objetivos formativos en toda evaluación. La prioridad es informar a los involucrados cuáles son sus oportunidades de mejora y de qué manera superarlas.
- Distribuir los resultados de manera oportuna, con un lenguaje apropiado y por un medio que esté a su alcance. La información será útil en la medida en que sus usuarios la comprendan y la reciban a tiempo para tomar decisiones.
- Asegurar que los resultados sean sustento para motivar y no solamente para señalar. Las personas necesitamos orientación y apoyo, y una evaluación debe contribuir a crear condiciones más propicias para la mejora futura.
- Priorizar el análisis en las instancias más cercanas al aula. En el caso de las evaluaciones estandarizadas, los sistemas educativos podrán avanzar con mayor rapidez en la medida en que los docentes y directores escolares tengan claridad en qué deben mejorar y cómo pueden hacerlo.
Diseñar evaluaciones más útiles requiere de conocer ampliamente las necesidades y percepciones de los actores del sistema educativo. Uno de nuestros principios esenciales es mantener contacto cercano y permanente con los protagonistas del hecho educativo en las escuelas: docentes, directores, alumnos y padres de familia. De ahí nuestra continua coordinación de entrevistas, encuestas y grupos de enfoque con todos ellos. Este contacto directo y permanente se complementa con nuestra experiencia en diversos cuerpos colegiados estrechamente vinculados con temas de evaluación del aprendizaje: el Consejo Técnico de ENLACE, el Consejo Técnico del INEE, la Junta de Gobierno del INEE, la representación de México ante PISA y la integración del Strategic Development Group de PISA.
USO DE RESULTADOS DE EVALUACIONES ESTANDARIZADAS
La utilidad de una evaluación para elevar el aprendizaje está estrechamente vinculada con la manera en que los resultados se difunden, se asimilan y se traducen en acciones concretas en distintos ámbitos: en el aula, en la escuela, en la familia, en la supervisión o bien en las esferas estatales y federales. Con el inicio de la prueba PISA en el año 2000, y posteriormente con el inicio de las evaluaciones estandarizadas del aprendizaje en México (ENLACE, 2006), comenzamos a realizar amplios análisis de sus resultados y, posteriormente, ofrecimos talleres a docentes, directores escolares, funcionarios y periodistas para ayudar a comprender el propósito de esas evaluaciones, sus características y el significado de sus resultados. Con el tiempo hemos podido diseñar la manera en la que se difunden resultados (ENLACE y PLANEA); utilizarlos para diseñar estrategias de intervención (Puebla y Sonora); y proponer nuevos esquemas de evaluación que puedan atender mejor las necesidades de información de los tomadores de decisiones de todos los niveles (INEE y PISA).
Desde el inicio de la prueba ENLACE en 2006, nos abocamos a conocer la manera en la que los resultados eran comunicados y utilizados en las escuelas y los hogares. De ahí que en 2008 la SEP nos solicitara diseñar e impartir talleres a funcionarios de todos los estados para conocer sus resultados y proponer acciones a partir de ellos. Esta experiencia nos permitió realizar un estudio en diversos estados para poder proponer, en 2009, nuevos reportes de resultados de esa prueba para docentes, padres de familia y comunidades escolares, mismos que fueron adoptados en 2010 por la SEP para todo el país. En el centro de la propuesta estaba la necesidad de adaptar la información a los intereses, posibilidades y niveles de comprensión de cada público, así como la necesidad de utilizar los resultados de evaluaciones para identificar a alumnos, docentes y escuelas con mayores necesidades de apoyo académico. En ello radica nuestra propuesta, que toma a la equidad como punto de partida para elevar la calidad.
Luego de compartir a todos los estados nuestras sugerencias para orientar acciones educativas a partir de los resultados de la prueba ENLACE, pudimos ponerlas en práctica de manera directa. En 2011 iniciamos una participación muy amplia en el estado de Puebla, en donde los resultados de las pruebas estandarizadas fueron la base para el diseño de una intervención en todos los subsistemas del nivel medio superior. Los resultados no pudieron ser mejores: el estado comenzó a avanzar de manera muy significativa, lo que derivó en que se nos solicitara en 2013 ampliar la intervención a la educación básica. Para 2015, Puebla alcanzó por primera vez en la historia de las pruebas estandarizadas el primer lugar nacional tanto en Secundaria como en Media Superior, aun cuando se trata del quinto estado con mayor porcentaje de pobreza en el país. En ambos casos, Puebla ha mantenido primeros lugares en las últimas ediciones de PLANEA Media Superior (2017) y Secundaria (2019).
En 2016 comenzamos a colaborar con la Secretaría de Educación y Cultura en el estado de Sonora, donde los resultados de la prueba estandarizada nacional (PLANEA) continuaron siendo un referente esencial para la toma de decisiones. No obstante, las estrategias y acciones fueron diferentes a las aplicadas en Puebla: cada estado debe construir sus acciones de mejora con base en sus propios intereses, necesidades y oportunidades. Los resultados también fueron muy favorables, pues Sonora fue la entidad con mayor progreso en PLANEA entre 2015 y 2017.
En 2018 el Presidente de la República honró a nuestro Director General con su propuesta para formar parte de la terna de la que el Senado elegiría a un miembro de la Junta de Gobierno en el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Luego de obtener la mayoría calificada en la votación respectiva, se integró a las tareas de esa institución, en la que inicialmente centró su atención en el uso de resultados de PLANEA. En agosto el Instituto distribuyó a todos los supervisores de primaria y secundaria de los estados que aceptaron participar, un reporte personalizado con los resultados individuales y agregados de las escuelas de sus respectivas zonas escolares, a tiempo para la semana de planeación previa al inicio del ciclo 2018 – 2019. En noviembre de ese mismo año, con motivo de la publicación de los resultados de PLANEA Primaria, el INEE por primera vez en su historia emitió reportes personalizados para cada una de las escuelas de ese nivel en el país, mismos que se hicieron llegar a los planteles de manera expedita y gratuita por conducto de los sistemas de administración escolar en cada estado. También se reformuló el Sistema Integral de Resultados de las Evaluaciones (SIRE), para incluir un análisis de los resultados en PLANEA de cada escuela que incluyó comparaciones con ediciones previas y con otras escuelas, además del porcentaje de aciertos escolar en cada uno de los reactivos de la prueba. Lo anterior se complementó con información estadística y demográfica en apoyo a la toma de decisiones en las escuelas del país.
Como parte de las tareas en el INEE, nuestro Director General fue designado Representante de México ante la Junta de Gobierno de PISA. Ahí fue electo para formar parte del Grupo de Desarrollo Estratégico (SDG, por sus siglas en inglés), un órgano consultivo constituido por ocho especialistas de todo el mundo que orienta los trabajos de planeación de PISA hacia el futuro. Nuevamente, el tema que despertó mayor interés entre los responsables de PISA fue el uso de resultados y la necesidad de equilibrar la atención entre la precisión de las herramientas de evaluación, por un lado, y su utilidad para mejorar la calidad educativa por el otro.
Para tener un carácter formativo, toda evaluación del aprendizaje deseablemente debe ofrecer elementos para ser aprovechados en el aula. Por ello hemos diseñado e/o implementado diversas acciones para que las evaluaciones estandarizadas puedan cumplir con este objetivo. Primeramente, desde las primeras ediciones de la prueba ENLACE invitamos en los talleres nacionales a los docentes a conservar los cuadernillos de respuesta para resolver el examen frente a grupo y resolver las dudas que hubiesen surgido, pues sus resultados siempre llegaron después de concluido el ciclo escolar, cuando los maestros ya no podían hacer nada para atender las insuficiencias detectadas por la evaluación.
En 2014 pusimos en marcha en Puebla una evaluación a estudiantes de 2º y 5º grados, con la intención de ofrecer a los docentes información oportuna sobre el avance de sus estudiantes. La de 2º se realizó a medio ciclo escolar, a efecto de que identificara a los alumnos que aún no hubiesen adquirido los elementos básicos de la lectura, la escritura y la aritmética: con medio ciclo escolar por delante, fue posible avanzar en la intención de que todos los alumnos que accedieran al 3er grado supieran al menos leer, escribir, sumar y restar. La evaluación de 5º grado permitía a las escuelas contar con un diagnóstico de cada alumno con un año de antelación a su egreso del nivel. Los resultados de esa evaluación constituyeron una guía de los temas a reforzar durante el último grado de primaria.
Finalmente, durante la gestión en el INEE de nuestro Director General, se elaboró en coordinación con SEP el curso en línea “Como evaluar en el aula” diseñado por un equipo coordinado por Pedro Ravela, especialista internacional y referente latinoamericano en el tema. Dicho curso, que enfatiza en la necesidad de proponer situaciones auténticas para la evaluación y ofrecer al estudiante una retroalimentación de calidad, representó un punto de acuerdo esencial entre SEP e INEE en cuanto a la definición de principios y estrategias para el diseño y uso de la evaluación a cargo de los docentes. Con una duración aproximada de 40 horas en 10 lecciones, el curso está disponible en los portales de internet de la SEP y del INEE. Hasta el otoño del 2019, unos 150 mil docentes del todo el país se habían inscrito al curso.