Hacemos

NUESTRO QUEHACER

Es el elevar la calidad y la equidad de la educación mediante la asesoría, el diseño y el acompañamiento de acciones innovadoras en la educación básica y media superior. Nuestro compromiso es contribuir a que el sistema educativo ofrezca un mejor servicio educativo, eleve su percepción entre la población y se ubique como referente nacional, como ya lo hemos logrado con diversas entidades federativas en temas concretos:

Campos con mayor trayectoria

Política educativa Modelo APA

Para diseñar e implementar estrategias que apunten a los aspectos más importantes de la educación; logren resultados tangibles; sean sustentables financiera y operativamente; y abonen a la imagen de la administración estatal.

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Formación continua para docentes

Focalizada, relevante, cercana, sustentable y de alta calidad, para estar en posición de impulsar procesos de mejora.

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Capacitación de directores y supervisores

Para formar a cuadros que deben tener una muy alta prioridad en el proceso de fortalecimiento de la escuela como unidad básica para la mejora del sistema educativo.

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Impulso a la asistencia y permanencia

Para dar prioridad a los problemas más sensibles de un sistema educativo que también debe elevar su calidad por la vía de la equidad.

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Evaluación del aprendizaje

Para contar con herramientas oportunas de diagnóstico que sirvan de sustento a las tareas de planeación y seguimiento de escuelas, zonas escolares y autoridades estatales.

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Educación socioemocional

Para formar personas felices con las habilidades necesarias para generar bienestar para sí mismo y los demás.

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Sistemas de información educativa

Para impulsar el aprovechamiento de los datos con que ya cuentan las instancias estatales mediante una integración más intuitiva, un análisis más práctico y una redistribución más amplia y oportuna información.

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Descarga administrativa

Para simplificar la gestión escolar, ahorrar recursos e incrementar el tiempo disponible para los aspectos académicos en escuelas, zonas escolares y oficinas estatales.

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Optimización de recursos

Financieros y humanos, para asegurar el mayor provecho de los recursos del FONE y de las plazas disponibles tanto federales como estatales.

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Principios de trabajo

La mejora educativa siempre es una tarea posible. Toda escuela y sistema educativo tiene oportunidad de mejorar, y una parte esencial de nuestro trabajo es identificar mejoras que puedan ocurrir con el personal y los recursos financieros existentes. Comenzamos por aquellas acciones que puedan tener un efecto mayor para la mejora educativa, además de que tengan viabilidad legal, presupuestal, operativa y política.
El centro de la educación somos las personas. Cada alumno es el más importante y el sistema educativo debe tener los brazos suficientemente largos para atender a todos. Así mismo, la mejora requiere desarrollar las capacidades de quienes participan en ella, pues no hay infraestructura, materiales educativos, programas de cómputo u otras herramientas que sustituyan la necesidad de formar docentes, directores escolares, supervisores y funcionarios.
La acción educativa es una tarea compartida. Los procesos de mejora requieren de una construcción colaborativa y de esquemas de diseño, implementación y acompañamiento que involucren a todos los actores. Más que buscar responsables de cualquier insuficiencia, importa que todos nos sintamos corresponsables de la mejora.
Una decisión bien sustentada es una buena decisión. La realidad educativa cambia continuamente. De ahí la necesidad de llevar a cabo investigación aplicada y allegarse de los elementos más actualizados para decidir: análisis de estadísticas e indicadores; revisión de literatura; comparativos con otros estados y países; consulta con expertos nacionales e internacionales y, principalmente, la escucha permanente a los actores educativos.
Los objetivos educativos más esenciales siempre van por delante. La mejora debe procurar siempre la asistencia a la escuela de todas las personas en edad escolar, pues ello nos da la razón de ser. Lo siguiente más importante es que todos concluyan los niveles obligatorios y alcancen el aprendizaje mínimo indispensable previsto en los planes y programas. Esas son metas muy altas y debemos aspirar a alcanzarlas.
Hay que empezar por atender a quienes más lo requieren. Las acciones y recursos deben priorizar a escuelas, docentes y alumnos con mayor necesidad de apoyo académico: debemos aspirar, antes que nada, a garantizar a cada persona un servicio que juzguemos aceptable. La experiencia indica que ello no solo es lo más justo, sino que también es lo más eficaz y rápido para mejorar.
Implementar y dar seguimiento es tan importante como planear y evaluar. De ahí la necesidad de dar la mayor relevancia a esos procesos: comunicar con amplitud y oportunidad a toda la estructura; acompañar con capacitación y asesoría a las personas involucradas; monitorear avances y dificultades; e identificar insuficiencias y oportunidades de mejora.
De nuestros clientes, pues nos sentimos corresponsables de las acciones como parte de un equipo del que queremos contribuir a desarrollar su potencial. De ahí que, además de nuestro mayor esfuerzo, ponemos a trabajar nuestras alianzas nacionales e internacionales para gestionar los mayores beneficios para el sistema educativo.